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El fomento del relevo generacional de agricultores y ganaderos es uno de los pilares de la nueva Política Agraria Común (PAC) para el período 2023-2027. Hablamos con representantes del sector primario de Galicia y Portugal que inciden en la importancia de la formación para que la gente joven se incorpore con éxito a la actividad agraria
La Unión Europea tiene un grave problema de seguridad alimentaria: cada vez hay menos jóvenes que quieran trabajar en la agricultura y en la ganadería, dos sectores clave para garantizar la alimentación de la población europea y para mantener el impulso de un sector, el agroalimentario, que es líder en exportaciones en la UE, con 184.000 millones de ventas al exterior en 2020.
Como reflejo de la situación, solamente el 11% de los propietarios de explotaciones ganaderas y agrícolas europeas tienen menos de 40 años, un porcentaje aún más baja en España y en Portugal.
Para afrontar este desafío, la nueva Política Agraria Común (PAC) para el período 2023-2024 se marcó como un objetivo prioritario fomentar el relevo generacional de agricultores y ganaderos.
Pero para atraer jóvenes al campo y que se incorporen con éxito, la formación constituye una pieza clave, entre otras. Para conocer cómo debe enfocarse y que tipo de nuevo agricultor y ganadero se demanda hablamos con profesionales de Galicia y Portugal que forman parte del Sistema de Conocimientos e Innovación Agrícolas (AKIS por sus siglas en inglés).
La importancia de que en la formación participen el resto de los integrantes del AKIS
En este sentido, la participación del resto de integrantes del AKIS -asesores, ganaderos y agricultores ya instalados, empresas o centros de investigación- es algo en lo que coinciden los responsables de la docencia de cara a mejorar la formación de los futuros productores.
Así, Luis García Fernández, director del Centro de Promoción Rural – EFA Fonteboa (Coristanco-A Coruña), uno de los referentes en la formación profesional en el sector agroganadero en Galicia, y con varias décadas de experiencia en la docencia, defiende la extensión del modelo que se aplicó en este centro. “Llevamos muchos años haciendo la formación profesional en alternancia, una modalidad de la FP dual pero con una fuerte implicación de los profesionales del entorno, tanto expertos como ganaderos, empresas de suministros agrarios, asesores, etc., donde los estudiantes realizan prácticas a lo largo del curso”, destaca.
En este sentido, considera que “la iniciativa de dar participación a los llamados AKIS para mejorar la formación del alumnado debe partir de los propios centros, para de este modo ganar eficiencia en la formación”.
En Portugal los docentes también coinciden en la relevancia de dar participación a los integrantes del AKIS en la formación de los futuros productores. Así, Filipe Teixeira Ribeiro, docente en la Escola Profissional de Agricultura e Desenvolvimento Rural de Vagos (EPADRV), destaca que “tenemos relaciones de colaboración con los agentes que operan en el sector agroganadero y agroalimentario, no solo porque el plan de estudios establece que los alumnos realicen prácticas reales, (…), sino que también establecemos colaboraciones con centros de investigación de las universidades”. Esta última colaboración persigue dos objetivos: “Las universidades son polos de creación de conocimiento que es preciso aplicar en el campo, y que nuestros alumnos interioricen que la I+D pasa por el mundo académico, pero hay que trasladar ese conocimiento a la práctica, al campo”.
En esta línea trabajan también los grupos operativos, un conjunto de agentes de distintos perfiles vinculados al medio rural que se unen para desarrollar soluciones a problemas compartidos a través de proyectos innovadores financiados por la PAC. Además, para mejorar las sinergias entre el mundo investigador y los centros de formación, y así estimular el relevo generacional, el docente de la EPADRV defiende que “la PAC debería contar con fondos específicos para que las escuelas profesionales agrícolas pudieran construir y dinamizar proyectos de investigación aplicada en consorcio con centros de investigación, como los de las universidades”.
“Existen muchas ideas que surgen en las escuelas profesionales pero que es preciso tener este apoyo externo de los centros de investigación al nivel de enseñanza superior, para testar esas ideas y llevarlas a la práctica. Creo que el futuro tiene que pasar por ahí”, subraya.
El perfil que se demanda de nuevo agricultor y ganadero: Formado pero con iniciativa
¿Y cuál es el perfil de nuevo ganadero o agricultor que se demanda? Luis García destaca que “cambió mucho”. “Si años atrás -precisa- se hablaba mucho de la capacitación profesional agraria, hoy en día los perfiles que se piden son más polivalentes y demandan personas con capacidad operativa pero también de gestión y toma de decisiones, capacidad de análisis, habilidades sociales y visión prospectiva, no solo ejecutoria”.
Una conclusión que también comparte su homólogo portugués Filipe Ribeiro: “Las empresas buscan jóvenes dinámicos, formados y con capacidad para el mundo digital, pero sobre todo que sean proactivos”.
La visión de los asesores agrarios: “No se nos tiene cuenta en la formación”
Álvaro Núñez es asesor de explotaciones agroganaderas de la provincia de A Coruña y miembro de la Asociación de Asesores Rurales de Galicia. ¿En qué consiste esta figura y por qué es importante para fomentar el relevo generacional en el campo? “Los asesores no dejamos de ser unos intermediarios entre los jóvenes que se incorporan al sector y la Administración a la hora de gestionar ayudas, permisos, etc. Al mismo tiempo cubrimos otras necesidades como pueden ser compartir información, elaborar planes empresariales o proyectos de futuro para las explotaciones, entre otros, y eso hace que seamos una pieza fundamental para la incorporación de la gente joven”, responde.
Sin embargo, lamenta que “a los asesores no se nos tiene en cuenta en la formación reglada y obligatoria de la juventud, paso previo a su incorporación, lo cual creo que es un error”.
Además, Álvaro Núñez echa en falta que en la PAC no exista una línea de ayudas específica para la formación y el asesoramiento de la gente que se incorpora, para garantizar así el éxito de estas incorporaciones.
En el Norte de Portugal los asesores técnicos inciden en la necesidad de que participen no sólo en la formación, sino también presten una labor de apoyo durante los primeros años de incorporación de los nuevos ganaderos y agricultores.
Así lo destaca Jaime Carneiro, técnico de la Associação dos Jovens Agricultores de Portugal (AJAP) y ganadero de vacuno de leche en una granja familiar en Vila do Conde (Norte de Portugal). “Lo más importante -asegura- para fomentar el relevo generacional en el campo es que los nuevos agricultores sean apoyados para instalarse en la actividad agrícola y que la PAC se marque eso como una prioridad (….), pero también sería importante que en los primeros años tuvieran acompañamiento técnico”. Y es que, tal y como advierte “muchos nuevos productores no tienen éxito en su instalación por falta de ese asesoramiento”.
Ismael García, joven ganadero de Santa Comba, coincide con esa reflexión. En su caso se incorporó en el año 2017 a la granja familiar, Ganadería Pistulario, después de haber cursado el Ciclo de Producción Agropecuaria en el Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa. Su incorporación le permitió a esta ganadería ampliar con ayudas de la PAC la nave de recría y comprar un robot arrimador de comida. Hoy en día ordeñan 130 vacas y cuentan con 88 hectáreas de base territorial. Cinco años después de incorporarse, considera que además de la ayuda para la instalación, “sería necesario más asesoramiento durante los primeros años, y sobre todo más formación por parte de la administración”.
Paralelamente, Jaime Carneiro destaca la importancia de un servicio de extensión agraria de carácter público e independiente, para mejorar la transferencia de conocimiento a los productores y, en concreto, a los jóvenes que se incorporan. “Desgraciadamente -lamenta- en Portugal hace más de una década que los centros de investigación agraria están muy desligados de los agricultores y ganaderos pues el Gobierno decidió cerrar las estaciones experimentales regionales, donde realizaban investigación agroganadera que era difundida entre los productores”.
Hablan los estudiantes: “Las prácticas con los productores nos permiten abrir horizontes y tener una mejor visión de la realidad”
Renato Almeida es alumno de la Escola Profissional de Agricultura e Desenvolvimento Rural de Vagos (EPADRV), donde está desarrollando un proyecto de fin de curso sobre creación de una plantación de arándanos sostenible y amiga de los polinizadores.
Para fomentar la incorporación de la juventud al campo defiende, “en primer lugar, apoyo e incentivos por parte de la administración, pero también acabar con los prejuicios que hay en la sociedad sobre la agricultura y la ganadería”.
En cuanto a la formación, valora especialmente el sistema de enseñanza dual con prácticas al mismo tiempo en empresas del sector. “Los centros de enseñanza de Portugal cuentan con protocolos para colaborar con productores a nivel nacional. Es algo muy positivo porque permite abrir nuevos horizontes a los alumnos y tener una visión de la realidad del sector más adecuada”, destaca.
Su compañero de escuela Simão Rocha también incide en la importancia de “cambiar los perjuicios sobre la agricultura, de que sólo es trabajo duro, algo que está asentado en la sociedad y que va en contra de que la gente joven se incorpore”. “Hoy tanto la agricultura como la ganadería están muy tecnificadas y no hay que andar trabajando con la azada”, aclara.
Además, lanza una pregunta que debería ser centro del debate social: “¿Si no hay relevo generacional en la producción de alimentos, que vamos a comer?”.